Aunque a veces no lo parezca, Sony fue de las primeras marcas de electrónica de consumo que apostó por los wearables, tanto si nos referimos a los smartwatch como a las pulseras cuantificadoras. Su modelo del año pasado ya tiene un sustituto más completo y con la pantalla y función manos libres como puntos a destacar.
La Sony Smartband Talk llega al mercado como un modelo de gadget vestible que une la idea de un cuantificador con la de un smartwatch bastante básico. En Xataka ya hemos puesto a prueba a conciencia este nuevo producto para contarte lo que nos ha parecido y si esa parada a medio camino merece o no la pena.
Principales características técnicas de la Sony Smartband Talk
Arrancamos el análisis de la Smartband Talk de Sony repasando su ficha técnica, donde lo más llamativo es su resistencia IP68, conectividad NFC y la pantalla de tinta electrónica:
Sony Smartband Talk | |
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Peso | 24 gramos |
Anchura | 23.5 mm |
Grosor | 9.5 mm |
Pantalla | Tinta electrónica |
Tamaño> | 1.5 pulgadas |
Resolución | 296x128 (192 ppp) |
Correa | Propietaria/Intercambiable/dos tamaños incluidos |
Conectividad | NFC, Bluetooth 4.0 (funciona con cualquier dispositivo Android) |
Batería | 70 mAh |
Resistencia | Clasificación IP68 (sumergible 1.5 metros) |
Precio | 169 euros (en Amazon se puede conseguir por 141 euros) |
Smartband Talk de Sony, análisis en vídeo
En primer lugar, deja que te mostremos cómo es la Smartband Talk de Sony y su funcionamiento en vídeo:
Diseño, pantalla y autonomía: el equilibrio no es fácil
Tomando como punto de partida el buen diseño de la Smartband original, Sony le da mucho más valor a su pulsera cuantificadora (entendemos que con el Smartwatch 3 por encima el posicionamiento de esta Smartband está más centrada en la cuantificación) con la inclusión de una pantalla. Es prácticamente la única novedad de una pulsera bien construida, con acabado en plástico pero sobre todo muy cómoda.
Sony ha conseguido encontrar el equilibrio casi perfecto entre anchura, grosor y peso para hacer que esta Smartband Talk consiga el principal doble propósito de un cuantificador: olvidarte de que lo llevas y que no llame la atención. El core del modelo anterior se ha sustituido por una pantalla de 1.5 pulgadas con tecnología de tinta electrónica sin que apenas varíe en dimensiones la pulsera.
Las correas pueden retirarse fácilmente e intercambiarlas por otras de diferentes colores, pero son propietarias. Y el sistema de cierre es el mismo que ya conocíamos: dos pestañas redondeadas que encajan de forma sencilla y nos transmiten bastante seguridad respecto a que no se nos caerá por accidente el cuantificador.
Esa idea de un cuantificador que no sabemos que llevamos puesto sería perfecta si no fuera por la batería. Menos de 6-7 días me parece poca autonomía para un dispositivo cuyo principal propósito es medir nuestra actividad diaria de forma lo más transparente posible para el usuario. En el caso de esta Smartband Talk, hemos conseguido una media de 3-4 días dependiendo de lo que usemos la función de manos libres o la vibración para alertas, alarmas y notificaciones. Es lo que ocurre cuando se quieren incorporar muchas funciones que implican conectividad, aunque como veremos, si queremos darle verdadera utilidad como smartwatch sencillo, la autonomía entonces sí que cumple.
Una gran noticia es que Sony no ha escogido una solución propietaria para la carga del equipo. Cualquier cable microUSB nos valdrá, por lo que el tema de la autonomía ya nos parece menos negativo. Eso sí, la tapa para descubrir el puerto microSUB requiere de paciencia y maña debido a que está bien protegida al ser esta pulsera sumergible hasta 1.5 metros gracias a su perfil IP67. En este caso el fabricante no nos invita a quitárnosla cuando nos duchamos.
Como decíamos, el signo más diferenciador de la Smartband Talk de Sony a nivel de diseño es la pantalla, la cual usa tecnología de tinta electrónica. Tiene un tamaño de 1.5 pulgadas, bastante bien para su función principal, y que no afecta nada a la comodidad de uso de la misma.
La resolución es de 296x128 pixeles, lo que nos deja una densidad de casi 200 ppp, más que suficiente para una visualización cómoda del texto. Sin embargo no podemos evitar que resulte desesperante ver lo que tarda en refrescar la pantalla por la tecnología usada. Dado que tampoco ha conseguido Sony un extra de batería importante por esta elección, nos queda la duda de cómo hubiera quedado este modelo si se hubiera escogido por ejemplo un panel AMOLED. De entrada la interfaz hubiera sido más atractiva.
Pero claro, seguramente en ese caso no habríamos conseguido una visualización tan buena en exteriores como tiene la Smartband Talk. Ningún problema en absoluto. De hecho, cuando mayor es la luz, mejor se ve la pantalla. La contraprestación es que, sin iluminación de apoyo, cuando no hay luz, es imposible ver nada de la pantalla.
Otro aspecto que no nos ha convencido de la pantalla de la Smartband Talk es su modo de interacción. No es táctil, sino que responde a golpes. En teoría. Porque la realidad nos ha dejado un funcionamiento errático en el que no sabemos nunca a ciencia cierta si al golpear la pantalla pasará algo. El truco está en la práctica: no se trata de golpear de cualquier manera la pantalla sino de que el acelerómetro detecte el mismo, por lo que conviene hacerlo de forma enérgica y rápida.
Tampoco los botones (tres) nos parecen afinados en cuanto al modo de uso. El botón principal tiene varios posibles usos dependiendo de lo que estemos haciendo, y cuesta hacerse con ellos.
Uso como cuantificador
Pese a las funcionalidades extra que se han incluido, la Smartband Talk podemos considerarla ante todo un cuantificador. Y ahí demuestra gran solvencia, como el modelo anterior. La pulsera de Sony mide pasos, distancia, calorías y tiempo de actividad, además del sueño. En pasos es precisa (hemos comparado con otros dos cuantificadores, uno de ellos calibrado, y según el día, apenas hay entre un 5 y 7% de desviación siempre por defecto) y el sueño sigue siendo uno de sus fuertes por la detección automática que hace, aunque ya no es el único cuantificador del mercado que lo hace así.
La información que proporciona sobre el sueño es bastante, marcando la hora en que nos vamos a la cama, hora en que nos levantamos, duración del sueño ligero, duración del sueño profundo y tiempo que estamos despiertos. Y mantiene la alarma por vibración.
A nivel de cuantificación seguimos echando de menos un altímetro para que nos cuente las plantas que subimos al cabo del día, una faceta de la cuantificación que es casi igual de motivadora que los pasos.
Los datos de nuestra cuantificación se muestran en la pantalla principal de forma gráfica junto con la hora, pudiendo comprobar de un vistazo cómo de cerca tenemos nuestro objetivo de pasos marcado. Para estadísticas más concretas ya tenemos que acudir a un un panel que aparece al pulsar el botón de encendido, el cual nos da paso sucesivamente a todos los paneles que podemos tener configurados en la Smartband Talk, como veremos a continuación.
La aplicación que recoge de forma concisa los datos de nuestra cuantificación es Lifelog. Aquí un buen punto es que Sony no ha limitado la compatibilidad de su pulsera y podremos usarla con cualquier terminal Android siempre que instalemos la aplicación. En la misma no ha habido novedades importantes respecto a cuando la analizamos a fondo con la Smartband original. La detección de actividades no está afinada todavía, y tampoco me convence que se mezcle actividad física con el resto de cosas que hacemos con el smartphone (redes sociales, fotos, mensajería, navegación, juego ...) y que recoge de forma exhaustiva Lifelog. Como con la anterior pulsera, echo de menos una aplicación más sencilla centrada exclusivamente en la parte de salud, ejercicio e incluso alimentación.
Para la configuración inicial y emparejamiento de la pulsera podemos recurrir a la conectividad NFC, algo que resulta bastante cómodo. Una vez hecho, el smartphone nos pedirá permiso para descargar la aplicación exclusiva de configuración/personalización de la pulsera y de forma sencilla ya tendremos en marcha la Smartband Talk, que deberá permanecer conectada al smartphone vía BT 4.0 para sacar todo el partido a la misma. Especialmente cuando la vayamos a querer usar como un smartwatch sencillo.
La Smartband Talk como smartwatch
Aunque la primera Smartband de Sony ya permitía ciertas funcionalidad de smartwatch, esa palabra le quedaba claramente grande. Que la muñeca nos vibre cuando recibimos un mensaje no es nada si no hay pantalla para tener al menos una pista que nos indique si hay que mirar el smartphone o no.
En esta Smartband Talk, Sony hace una apuesta parecida pero contando con una inmensa ventaja: la pantalla. No esperes nada asombroso ni muy visual como en el caso de los smartwatchs con pantallas a todo color o sistema operativo Android Wear. Aquí hay que centrarse básicamente en notificaciones y algunas funciones extra que debemos instalar por separado.
En la aplicación de la pulsera disponemos del centro de control que nos deja configurar las notificaciones que deseamos recibir en la pulsera, así como las llamadas entrantes. A nivel de notificaciones no hay limitaciones, y podemos indicar de forma individual qué aplicaciones o servicios de nuestro smartphone queremos que nos mande notificación a la pantalla de tinta electrónica.
Así, cuando llega un nuevo correo electrónico, por ejemplo, la pulsera nos vibrará y en la pantalla aparecerá el remitente. Pero solo eso. Si queremos conocer algo más de ese mensaje ya tendremos que (intentar) golpear la notificación o mucho mejor, pulsar el botón principal para acceder a una vista previa del mensaje. Las dos o tres líneas que caben en la pantalla de tinta electrónica es la información que vamos a poder visualizar. No intentes deslizar el dedo porque ya sabes que no es una pantalla táctil. Tampoco tendría mucho sentido porque dado el diseño cuadrado de la pantalla y su orientación, hay que girar el cuello para leer el texto, algo que no es precisamente cómodo.
En el caso de las llamadas, además del aviso, podemos descolgar desde la propia pulsera y hablar como si de un manos libres se tratara. He aquí la principal función de esta SmartBand Talk de Sony. El modo manos libres funciona, pero no pienses en usarlo todo el tiempo porque necesitas un espacio sin mucho ruido de fondo para poder escuchar al interlocutor y no levantar la voz para hacerte oir.
Algo que sí que nos ha parecido todo un acierto por parte de Sony ha sido incluir una especie de modo de privacidad que permite que números de teléfonos o nombres de contactos no aparezcan en las notificaciones cuando nos llegan a la pulsera. Podemos activarla o desactivar esta opción cuando queramos.
¿Y se pueden iniciar llamadas desde la propia pulsera? Sí, pero solo con un contacto que podemos añadir como favorito en una miniaplicación. No es la única que podemos instalar para que aparezcan en diferentes paneles sucesivos en la pantalla de la smartband. Hay otras cuyo objetivo es de lo más variado. Tenemos desde una para tener datos del tiempo en una determinada ciudad hasta la implementación del control por voz del smartphone con ayuda de la pulsera o a la que más utilidad le hemos encontrado: disparo remoto de la cámara de fotos. La hemos probado con varios modelos de teléfonos Android y, con un lógico retraso de 1-2 segundos, funciona bastante bien.
La opinión de Xataka
Con un smartwatch bajo Android Wear en la parte más alta de su catálogo de wearables, Sony no optó por ofrecer una pulsera cuantificadora asequible que alimentara de datos sobre nuestros movimientos a su aplicación LifeLog y decidió subir su apuesta con un modelo que incluía la pantalla de tinta electrónica y la función de manos libres como rasgos diferenciadores en ese segmento.
Y le ha funcionado. La pantalla se muestra capaz con las notificaciones, la función de manos libres te puede resultar de utilidad en determinados escenarios y sigue siendo un cuantificador más que completo. Pero para conseguirlo se ha adentrado en un margen de precios difícil sin que acabe de demostrar un verdadero potencial como smartwatch, lo que podría hacer dudar a más de uno.
El gadget ha sido cedido para la prueba por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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